El romanticismo en Europa

El panorama en el que se sitúa el romanticismo es la Ilustración, que comienza a despuntar en el siglo XVI y el siglo XVII pero crece a partir del siglo XVIII. Éste se contrapone al Barroco mediante dos principios:

1. Razón vs. autoridad.

2. Empirismo

El despotismo ilustrado, actitud que se corresponde con las élites políticas, trata de extender los valores de la ilustración a todos los ámbitos sociales, pero no cuenta para ello con la sociedad en sí. Por eso, el lema que se establece es el siguiente: «todo para el pueblo pero sin el pueblo». El resultado de la extensión de este movimiento es que se trastoquen los valores del Antiguo Régimen.

El momento culminante de la Ilustración llega en 1789, con la Revolución Francesa. Hasta aquel momento la penetración de las ideas de la Ilustración había sido fuerte, y a través de este cambio radical se logra desmantelar el sistema del Antiguo Régimen. El rasgo más destacado es la instauración de los valores de igualdad, libertad y fraternidad, que adoptarán las clases burguesas.

Mientras tanto, entre los románticos empiezan a establecerse valores como lo irracional, lo subjetivo, lo misterioso y la naturaleza salvaje, todo aquello que no se puede demostrar mediante la experiencia. Nos viene bien saber, para comprender algo más el movimiento, que la palabra romanticismo tiene su origen en el término romance, siendo ésta una estructura estrófica -rima asonante en los pares, los impares libres- y a su vez teniendo un carácter narrativo determinado.

Esta corriente surge entre Alemania e Inglaterra, zonas norteñas desde donde el sur se contempla como llamativo, caprichoso y arbitrario. Los románticos son un conjunto de jóvenes que gustan de llamarse así pese a que el término fuera considerado una especie de insulto. Ellos, como hemos dicho, sienten la llamada de lo exótico y lo irracional -todo lo que científicamente no es demostrable, pero de lo que se tiene constancia. Además, les fascina todo aquello relacionado con la muerte y los fantasmas. Ellos serán los que, mediante un manifiesto en el que se proclaman los principios fundamentales de una sociedad y movimiento, propugnen una nueva estética y un nuevo paradigma cultural.

Sus características serán la espontaneidad, la imaginación, lo autóctono y lo auténtico opuestos a la deliberación, la razón, lo foráneo y lo convencional, respectivamente; es decir, opuestos a las ideas de la Ilustración.

Ya que la época en la que vivían no les resultaba de su agrado, los partidarios de este movimiento abogaron por la regresión al pasado, en concreto a la Edad Media. Ellos concebían aquella época como cuna de lo natural y de lo imaginativo, y es que en la literatura romántica la imaginación cumple un papel fundamental -todo lo sobrenatural y trascendente se capta a través de la imaginación.

Los autores que los románticos toman como antecedentes son Shakespeare y Ossian. De Shakespeare aprecian la identificación de lo sobrenatural y lo irracional. Esto se puede contemplar en la obra Hamlet, en la que al protagonista se le aparece el padre muerto. Además, en este autor admiran la libertad frente a la reglamentación neoclásica que exigía la pureza de los géneros. Shakespeare rompe los moldes de su época y mezcla la tragedia y la comedia en una misma obra, como se aprecia en Hamlet o en Romeo y Julieta.

De Ossian -supuesto bardo celta y poeta popular-, admiran el hecho de que perteneciera a una época lejana. Así todo, luego se supo que el autor de los Cantos de Ossian había sido James Macpherson en 1760, lo cual conllevó una gran decepción. De hecho, en Werther aparece una de las primeras traducciones de Ossian hechas al alemán. El papel de sus cantos tiene un papel importantísimo hacia el final de la obra, ya que representa la historia de Werther y Lotte. Asimismo, en la obra de Ossian se observa el gusto por lo heroico, lo arcano y lo tribal. En definitiva, tanto Shakespeare como Ossian tienen la capacidad de plasmar los valores sagrados de los pueblos y ver más allá de lo cotidiano. Hemos de tener en cuenta que la autoconciencia de los artistas, que se consideraban a sí mismos como genios en posesión de un carácter sagrado y casi místico.

Asociada a lo místico y lo estético está la imaginación, que, espacio conceptual que se sitúa entre estos dos planos. Novalis la apela a través de la expresión idealismo mágico, actitud que entiende el universo como un sistema de analogías e interrelaciones en que lo natural y lo espiritual se corresponden. Con lo espiritual hacemos referencia a un ámbito no tangible pero tan existente como lo natural, cuya única forma de acceso reside en las relaciones de analogía o parecido con la naturaleza -por supuesto, con una naturaleza bronca, salvaje y despiadada. Esta asociación entre lo natural y lo espiritual llevaba a los poetas a la conclusión de que el primer factor varía porque se corresponde con el estado anímico de un ser intangible y sobrenatural.

Otra de las características más reseñables de este movimiento es la presencia del «yo» romántico, que siente la necesidad de afirmar su identidad por encima de todo. Este «yo» se manifiesta en su individualidad a través de estos dos tipos de héroes:

– Héroe introvertido: podríamos poner como ejemplo a Werther, aunque más que introvertido es víctima de la época que le ha tocado vivir.

– Héroe extravertido: por ejemplo el héroe byroniano, el Don Juan, hombre que puede dejar víctimas y que es capaz de matar con tal de conseguir su anhelo.

Otro ejemplo del héroe extravertido se aprecia en el Fausto de Goethe. Su protagonista, que ansía un conocimiento sin límites, no duda en pactar un trato con Mefistófeles, el diablo, para alcanzarlo. La génesis de Fausto tuvo tres partes que diferenciamos aquí:

– Urfaust (1760)

– Fausto I (1808)

– Fausto II (1832)

En la última se aprecia a un Goethe más mayor y por tanto más conservador y consciente de las consecuencias de la rebeldía romántica. Cuestiona así los valores del romanticismo, ya que en su obra se advierte la imposibilidad de la convivencia si el individuo se propone llegar a la plenitud cueste lo que cueste, incluso a costa de otras personas.

Por último, debemos citar otro de los elementos que atraían a los románticos: la noche. En su anhelo de trascendencia, que ya hemos expuesto anteriormente, ellos consideran la noche el momento de unión con lo sobrenatural, el instante de enlace entre el «yo» romántico y la vida suprema. La noche nos conecta con la trascendencia, pero también puede implicar la presencia de la violencia más exacerbada y absoluta y acarrear experiencias de miedo y de rechazo.

Podemos así unir la noche a la novela gótica y a los cuentos de los románticos (die Märchen), de carácter tenebroso y macabro. Sus mayores representantes son Hoffman y Tieck. La novela gótica se caracteriza por su contexto medieval: situada en la Baja Edad Media en torno a los siglos XII y XIII, se ambienta en castillos medievales y góticos de Irlanda y Escocia.

9 respuestas so far »

  1. 1

    hhu said,

    pues me parece muy corecto todoo.. sii sii …. sii

    kATIE

  2. 2

    FEF said,

    NO ME GUSTO0 ESTA FEO SINCOMENTARI0S

  3. 3

    tailana said,

    hay pues la verdad me da pereza leer eso ademas eso es puro pasado aver vivamos el presente eso ya paso ok

  4. 4

    Za said,

    que falta de sentido literario e historico… Es decir, como pretendes ignorar el pasado si eso es lo que hizo que vivieras el hoy…

  5. 5

    karina said,

    me parece interezant por k el romanticismo es enamorarse

  6. 6

    luana said,

    me parece interezantpor k es el romanticismo es una manera de sentir y consevir la naturaleza la vida y al hombre mismo okokoko comentario de los PENDEIVIS

  7. 7

    Ps…laaa veerdaaad estaa inteereesaanteee peeero meee guusttaariaaa quue xpliicaaraaan poor quueee mootiivooos trassceendiio el pooetiismoo deeel roomaantissismoo agrreeedeeceeriaa esttaa preeeguuntaaa

  8. 8

    pendejos said,

    son unos cara de culos

  9. 9

    MICA_PACHECO_CARP said,

    Esta piola..


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